Aun recuerdo lo que me dejo tu cuerpo,
ese calor en una noche de invierno,
ese beso tan dulce que supo a cielo.
Era invierno, aquella noche con viento,
tu mirada vagaba por mi cuerpo,
mientras iba creciendo el deseo.
Tu boca pintada en carmesí,
sutiles labios de corrido sin fin,
bañados con un olor dulce y sutil,
Te proclame mía con un beso,
te bese mientras corría el tiempo,
sujete tus ansias a mi boca de fuego,
así supe el sabor de tu cuerpo.
Te abrazaste a mi cuello con furia,
dejamos a un lado la penumbra,
fuimos eternos en aquel momento,
fuimos sueño, fuimos cielo.
Desprendidos de nuestros cuerpos,
volamos hasta toparnos con el cielo.
éramos mar, éramos el fuego,
éramos niños jugando al deseo.
Recuerdo tanto y vago en el pensamiento,
que mi corazón salta con aquel sentimiento,
de esa vez que te vi mujer,
de aquella vez que te soñé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario