jueves, 25 de abril de 2013

Tocame Otra Vez



Mirando a las estrellas te recuerdo,
un suspiro que en mi pecho se hace hondo,
cierro los ojos y te veo presente,
bella y sensual forma celeste.

Caderas de fuego y humedad perpetua,
sabor de boca dulce y silueta eterna,
mujer de pasos lentos con zapatos de deseo,
caminar cruzado que anuncia el infierno en el cuerpo.

Te apoderas de mis labios con tus besos,
despiertas mis ansias con tus pechos,
vienes con tu aliento calido y fresco,
vientes y muestras el sabor del viento.

Me miras y sonries exponiendo tus labios,
te miro y sonrio con deseo de tocarlos,
tras el cobijo del cerezo nos setamos,
en la brisa del viento los dos volamos.

Me recuerdas que fuiste de mi boca con un beso,
me deleitas con tu caricia sutil en mi cuello,
me dices ven y estremece mi ser otra vez,
ven y sacia mi sed tocandome otra vez.

Tus susurros me obligan a obedecerte,
te abrazo,y empieza el deseo por tenerte,
los labios se acercan sin miedo ahora,
son fulgor envueltos con tu aroma.

Las manos se pierden al tocar de la piel,
las tuyas en mi espada y las mias en tu miel,
desencadenamos el libido sepultado por el tiempo,
para dar paso a la lascivia de los amantes en el cuerpo.


Toco con mis dedos desde tu boca hasta el mar de tu cintura,
beso tu piel hasta aquel lugar donde pierdes cordura,
ligeros sonidos devuelves en mi oido,
suaves besos que despiertan mi libido.

Meneos en el huerto de tu cuerpo,
embestidas de piel a fuego lento,
miradas perdidas en el cielo,
olor y delirio producido por un beso.

Con tu labios me sigues diciendo,
te recuerdo, te siento, te lleno,
mientras yo divago en acariciar tu cuerpo.

Tocame otra vez, repites en el viento,
mientras cincelo el marmol de tu centro,
a veces lento y pausado es el movimiento,
otras es solo la furia de tener tu cuerpo.

Las nubes cubren de nosotros en el juego,
mientras con mis manos tomo tu cabello,
siento como corre el rio de tu ser,
paro y bajo para sentir tu miel.

No hay silencios que te callen ahora,
ni alma que se sienta mas honrada,
como mi piel y mi ser por haberte tenido,
de lo cual verso para ti como un delirio.

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