miércoles, 24 de abril de 2013

Asi te imagino

Asi Te imagino

Leo de tu cuerpo el verso del deseo,
Y mis ansias gritan con furia bestial,
Las ganas que tienen por saber a ti.

Esa necesidad me obliga a imaginarte por completo,
el pensar y pasear con caricias los limites de tu cuerpo,
una y otra vez vienes a mi con sabor embriagante,
otra vez me sabes a deseo en la tarde y su aire.

Te imagino llegar a mi,
con esa falda roja que muestra tus caderas al andar.
con tacones rojos que sientan bien a esas piernas torneadas por el sol.

Vestida y maquillada con el carmín en boca,
con sombras de deseo que envuelven y provocan.
con perfume dulce en el cuello, con un ligero reloj que detiene el tiempo.

Entras al lobby y preguntas por mi nombre,
mueres ansiosa por ver llegar a tu hombre,
Te dicen que esperes en la sala de personal,
Vas, te encierras y desatas tus senos de ese coqueto bra.

Pasan los minutos y por fin me ves llegar,
de traje negro, camisa azul, piel mestiza y ojos de canela,
Usando el perfume que me diste.
Ese perfume, dices en tu mente, mientras saboreas con la boca del recuerdo.

Hola me dices cruzando las piernas al verme entrar,
Que haces aqui?, preguntó con sorpresa,
vine a verte un momento,
Te levantas y caminas hacia mí, en cada paso vas desabrochando la blusa de tal forma que ves en mi lo que provocas.

Sueltas la prenda al suelo mientras mis ojos observan la dulzura de tus senos.
Tienes sed?
Preguntas burlona y coqueteando,
Sonrio y me acerco a ti tocando de tu cuello.

Tres besos sueltan el aire,
Uno a tu boca, otro a tu cuello y el último va directo en medio de tus senos.
Te siento cómoda que sigo besando tu boca, mientras tus manos quitan de mi el saco para después con ansias tocar mi pecho.

En ese ritmo no me aparto sigo con mi tacto en tu piel bajando a tus bragas y sentirte de inmediato.
Deslizo mi mano bajo la falda y meneo un poco mis dedos en tus piernas,
Adivino no soy pero siento una tanga divina que aparto con sigilo, mientras estas tan cerca de mi que me llenas de pequeños gemidos en mi oído.

Sienteme amor, te pense en lo que baja as a verme,
Esta humedad te pertenece,
Apenas terminabas tu frase cuando ya te estaba subiendo a la mesa.

Subo tu falda a la cintura, abro tus piernas y es cuando veo la roja tanga que traes para verme.
Me levanto y cínicamente observó por el monte de tus piernas esos ojos cafés que me observan dudosos en que haré.

Me acerco y sientes mi aliento,
Un gemido escapa al vuelo.
Mi boca toca de tu pelvis,
Mientras mis amos ayudan a abrir de tu sexo.
Humedecido por tus ganas sin duda esta, pero falta el mar que mi boca ha de llevar.
Bajo y acomodo la punta de mi lengua en la cima de tu vagina. Beso y ensalivo poco, beso y lamo de arriba a abajo. Sabes a miel pienso mientras meto un dedo en tu cuerpo.

Gimes leve pues recuerdas que no estamos en la alcoba, pero las ansias que mi boca te da no las aguantas más.
Beso lamo lento y voy sintiendo  como endurece el fruto de tu sexo.

Una lamida mas y suelto la tormenta, mis lengueteos se hacen constantes y de veloces, estrello mi lengua en tu clitoris endurecido, aprietas con tus piernas mi cabeza hasta que siento como mi lengua dejó en ti su alivio.

Levantas la mirada y con ella dices cogeme.
No tardó y abro mi zipper y de una sola mano saco la verga parada desde que sentí tu tacto.

Recorro a la derecha tu tanga humeda y penetro tan fácil que solo tengo que moverme al ritmo de tu deseo, alzo tus piernas para acomodarme y apoyarme, penetro hasta el fondo.

Te sientes tan bien que mis manos tocan tus pechos, suculentos senos  y pezones erguidos para mi,
Toco frotó y ligeramente pellizco de ellos mientras el vaivén deja de ser lento.

Me observas retando y entiendo la mirada ,deseas ser domada,
Te levanto y coloco boca la mesa, tus pechos sienten el tibio vidrio que dejo tu espalda mientras mi falo levantado busca tus nalgas.

Meto mi ser en tu vagina nuevamente y en ellas sientes mi verga ardiente.
Me acerco a tu cabeza y de tus cabellos tomó la rienda para domar a la yegua.
Te digo quieta, sólo disfruta mientras tiro de tu cabeza hacías atrás.

Me una y otra vez meneo y penetro, es placer y sufrimiento porque sabes que no puedes gritar y gemir a gusto.
Pero vacías a veces y escapan tus aullidos,  me deleito de ellos y galopó veloz estremeciendo tu piel hasta que no aguantas y te dejas correr.

Tus nalgas aprietan mi verga y en eso momento dejo correr mi ser en ti.  Casi al mismo tiempo, nos separamos te beso despacio mientras recuperamos aliento y te pones tu ropa.
Sonríes provocándome el mismo efecto, al escucharte decir:  tenias razón el vidrio resiste tus ataques de furia mi amor.

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