De la dulce arena fuiste hecha,
arena de tiempo que abrió brecha,
entre lo que es un anhelo,
y al tiempo se volvió deseo...
tu forma se fue definiendo por cada noche,
con los matices de mis sueños de cada noche,
con cada saco de anhelo te iba juntando,
cuando en silencio te iba llamando...
La dicha llego en una luna una vez,
permitiendo compartir mi amor con tu ser,
bendita noche que de mil Lunas pasaron,
aun recuerdo feliz el momento de amarnos...
Mas el alba llego y con ella el mar,
y solo mis ojos te vieron marchar,
hoy solo queda la silueta que dejaste,
un rastro de estela que me permite recordarte...
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