lunes, 11 de noviembre de 2013

Tan Parecido al Viento



Caen los cerezos al suelo,
igual que la ropa de tu cuerpo,
mientras un árbol se deshoja,
tu piel se hace más hermosa.

Afuera es el viento quien descubre a un árbol,
adentro son mis manos quienes te están amando,
lentamente y con ternura te descubro,
cariñosamente mi boca te hace culto.

De ráfagas se llena el aire por doquier,
De gemidos finos la exclamación de tu piel,
Una y otra vez vienes a mi cuerpo,
Igual que un árbol se cubre con el viento.

Los vaivenes de tus caderas atan mi deseo,
te meces como luna menguante sobre mi cuerpo,
los ecos de tu voz asemejan las hojas cayendo,
tu mirada a la noche que nos va cubriendo.

Te observo y con mi mano te acerco a mi pecho,
dejo que escuches el latido que despiertas en mi cuerpo,
te relajas y desvaneces en una lluvia de sal y deseo,
tu tan parecida al agua de la que bebo,
y yo tan parecido al viento toco tu cuerpo.



viernes, 25 de octubre de 2013

En el Mármol


Cada noche te veía desde lejos,
observaba como te tocaba el viento,
cada noche soñaba con darte vida,
me quedaba así hasta ver el día.

Una tarde pasé a tu lado,
fría y sin vida estabas en aquel mármol,
te miré y te toqué por un momento,
empecé a imaginar tu cuerpo.

Tomé el cincel en mis manos,
comencé a darte formas y trazos,
plasmé  un cuerpo lleno de deseo,
eras lo que había robado ya mi sueño…

Me esmeré con los detalles de tu boca,
te fijé con una mirada seductora.
tu cabello medio rizado por el viento,
tu cuerpo era tan blanco como el invierno.

Los días se hicieron noche y viceversa,
hasta que vi que estabas completa,
bella, divina y sensual figura de mármol,
me faltaba un corazón que te trajera a mi lado.

Dejé el cincel sobre la arena y vi al cielo,
cerré los ojos y lentamente abrí mi pecho,
saque lo que latía por ti en interior y sin razón,
traté con mi último suspiro darte el corazón.


jueves, 29 de agosto de 2013

Necesito de tus Besos

Necesito de tus besos, 
porque son el sabor de mi recuerdo, 
el dulce que embriaga mi cuerpo, 
la sinfonía que llena mi boca de deseo. 

Necesito de tus besos, 
porque me hice adicto a tu miel, 
al movimiento de tu lengua en mi ser, 
a tu saliva que es el agua que quita mi sed. 

Necesito de tus besos, 
como el aire que corre en mi cuerpo, 
como el agua que me baña de deseo, 
como el veneno de la noche en el cielo. 

Necesito de tus besos, 
porque son el latido de tu boca, 
ese choque de labios que provoca, 
esa agua miel de tu lengua en mí, 
ese aliento fresco que me deja existir.


viernes, 23 de agosto de 2013

Centauro Negro



Bajo el costado de las sombras cabalga,
guerrero de praderas y dueño de caballos,
guiado por el viento cabalga como su hermano.

Arco y flechas son sus versos,
cubierto por la noche y un sueño,
buscar un corazón que sea sincero.

Plasma en imágenes el deseo,
arrebatando suspiros del cuerpo,
imagina y sueña como muy pocos.

Lo ven jugar entre el fuego y los mares,
versa a mujeres causando en ellas azares,
dejando  un destello sobre su piel y ser,
dejando así su huella hasta el amanecer.


miércoles, 7 de agosto de 2013

Una tarde con la Lluvia



La tarde nos ganó junto con la lluvia mientras vamos caminando,
siento tu cabeza en mi pecho y tus manos colgando de mi brazo,
acurrucada sin esperar nada alzas la mirada,
pareces una niña tierna y mimada,
seduciéndome con esos ojos oscuros que heredaste.

Te elevo y veo las gotas de lluvia esparcidas por tu cuello,
te tomo, te beso, te doy calor con mi aliento, me abrazas y dices te quiero.

Empapados llegamos al departamento,
abres la puerta y enciendes las luces no hay electricidad estamos a media luz,
nos importa poco ya que buscamos el calor humano,
cierras y te empujo en la puerta,
te beso con furia lenta otra vez en el cuello bajando mi boca a la mitad de tu pecho.

Mis manos alzan tus brazos por encima de tu cabeza,
te volteo para recorrer tu espalda mientras cierras los ojos y muerdes tus labios,
subo a tu nuca y te abrazo con deseo envolvente,
sientes la firmeza de mi cuerpo buscando el hueco de tus caderas.

Tu mano recorre  mi cuello,
mientras haces un ligero meneo de cadera para sentirme:
"Mmm que rica la tienes cabroncito, así me gusta, que te excites con mis nalgas"
Sabes lo que me provoca escucharte así,
toda cabrona revelándose para mi,
enloquezco y mi mano sube por tu vestido para arrancarte la tanga de un tirón.

Mis dedos acarician tu clítoris con destreza,
siento como se endurece,
gimes sutilmente cerca de mi oído mientras te unes a mi tacto:
"Aquí mi vida... aquí tócame".

Siento la humedad de tu sexo sobre mis dedos,
te volteo y coloco tu pierna derecha sobre mi hombro para abrir mejor tus piernas,
tus labios quedan enfrente de mi y a placer que los lamo con ansias:
"Ahhh...cariño que rico...mmm... Sigue... ahhhh"
te apoyas en mi y abres mas tus labios con tus dedos.





Cierras tus ojos y me aprovecho para usar mi otra mano
y meter un par de dedos en tu culo,
 me miras sorprendida, te excitas mas, lo se se refleja en tu mirada.

Jalas de mi cabeza hacia tu sexo:
 "lame más fuerte, así duro, que sienta tu lengua hasta el fondo"
Obedezco meto mas mi lengua y la húmeda se desborda,
"Ahhh... ahhhh... Ahhh... "

Enloquecido por tus gemidos,
me levanto pronto y meto mi verga sin permiso,
te sientes tan rica, tan húmeda que disfruto de penetrante furioso.

Tu voz entrecortada alcanza a decirme
"Así cariño así fóllame con locura" 
cuando ya te montaste a mi cintura.

Te tomo parado, sin el apoyo de una pared,
disfrutando así como suben y
bajan tus senos por las embestidas que sientes.

Me besas con locura que nos caemos,
me tumbas y quedo de espaldas,
ahora le toca a la reina mostrar su detalles,
Te Tomas de mi pecho,
apoyando tus manos y empiezo a sentir el baile de tu cintura.

Te tomo de las nalgas, las aprieto y siento como te haces estrecha,
levanto mi pelvis para entrar y salir de ti,
enloqueces con el meneo que gimes con rapidez constante,
yo al oírte me excito más que no aguanto las ganas de venirme,
te quito de mi sexo para que lo chupes al final con destreza.
 
Se siente tan rica tu boca que me vengó en ella.
Saboreas y te los tragas.
Me miras y te bajas a acostarte,
me vuelves a mostrar tu bella sonrisa de infante. 

lunes, 5 de agosto de 2013

De tu boca



Eres copa de vida y sueño,
De ti bebo la noche sombría,
Surco en tus labios de ensueño,
Cosechando  así la ambrosia.

Beso a distancia tus llamas,
bebo en silencio de tu locura
mientras abro al cielo mis alas.

Unges placer en mi con un beso,
eres daga envenenada de embeleso,
par labios de una alma gloriosa,
endulzados con la miel y la rosa.

En tu boca encuentro un vaso pleno,
joya mezclada con dulce miel y ajenjo,
labios de fuego nocturnos y ardientes,
labios que avivan mi boca casi inerte.

Boca teñida de rojo y terciopelo,
labios cual alas que alzan vuelo,
su brillo carmesí funge como presea,
parecido a un cáliz de natural belleza.

Tu boca es pico del ave del deseo,
que viene pincha y deja marcas en mi cuerpo.
viene y bebe sangre y alma de mi boca,
flota con sus alas sobre mi cual fría roca.

Tu boca inaccesible para mí en esta vida,
cruza fugaz sobre el cielo cual esquirla,
fuiste mía y de mis labios por un momento,
cuando bebí delirio y te vi en un sueño.


miércoles, 17 de julio de 2013

Haciendote el Amor



Te veo dormida boca abajo en una cama,
con tu cabeza hacia un lado,
sobre tu mejilla izquierda
estás completamente desnuda,

Estás cubierta por una sábana blanca,
solo en cierta área, tienes una pierna doblada sobre la otra,
 y tus brazos hacia arriba rodean la almohada.

Por la ventana entra una fresca brisa que dejó la lluvia,
moviendo las cortinas en una danza sutil y sensual,
donde permite que entre la luz de la luna llena.

En una esquina de aquel cuarto, esto de pie,
 no deja de observarte en ningún momento,
yaces tan profundamente dormida en esa cama tan suave,
empiezo a caminar lentamente.

Me arrodillo a tu lado, acariciando tu cabello,
para después deslizar mi dedo índice por tu frente hasta llegar a tus labios,
 los delineo, tú sientes esta caricia, y abres los ojos,
 me miras y sonríes, te estiras en un gesto de pereza, y me dices:
 “hola amor, ¿aun no duermes?”.

Te respondo que no sin articular palabra,
solo con un movimiento de cabeza,
sigo acariciando tus labios con mi mano derecha,
los dos nos vemos a los ojos,
solo alcanzo a decirte “te amo”
 y deposito mi boca sobre tus labios  en un intenso beso.

Te volteas, y me jalas hacia ti,
quedando nuestros cuerpos empalmados,
pegados uno al otro, estoy encima de ti,
y empiezas a besarme suavemente,
abrazándome por la espalda.

Tus besos suben de tono,
mis ojos reflejan pasión y lujuria,
me levanto y empiezas a besarme el pecho.

Te abrazo por la cintura,
acaricio tu espalda con mis manos extendidas,
tu manos juegan con mi cabello,
muerdo tus labios suavemente,
tu respiración se agita,
me arañas suavemente la espalda.

Te volteo quedando de espaldas hacia mí,
beso tus hombros, y recorro tu cuerpo desnudo con mis manos,
hago tu cabello hacia un lado y beso tu nuca mientras te abrazo  por la cintura.

Te excitas como nunca,
empiezas a acariciar mi pecho,
me dices con una voz entrecortada
“ya, mi amor, no aguanto más, hazme tuya”
sonríes y me abrazas.

Nos tumbamos en la cama,
 abrazados, ardiendo de pasión,
 comiéndonos los labios,
 con mi mano izquierdatomo de la tuya,
con la derecha  levanto tu pierna,
suavemente, te penetro, mientras sueltas un leve gemido,
aprietas mi mano, enloquezco.

Empieza el vaivén  con gran ímpetu,
suelto tu pierna  tomo tu otra mano,
te alzo los brazos hacia arriba quedando en tu cabeza,
observo tus ojos,  tratas de cerrar tus ojos por el inmenso placer,
pero te detengo:
“no cariño, no cierres tus ojos, mírame”

Me miras y dices: “te adoro, mi cielo”,
suelto tus manos y te abrazas a mi espalda,
 me besas como nunca antes lo habías hecho,
me muevo con otro ritmo, soy un poco más brusco,
más rápido y jadeo, te hago  desfallecer.

Gimes con placer mientras aprietas mi cadera con tus piernas,
siento un escalofrío que recorre mi espina dorsal, la piel se me eriza,
empiezas a gemir al ritmo que te hago el amor,
dices mi nombre y yo el tuyo en el ritmo de las sábanas,
terminamos al mismo tiempo.

Después de éste momento de tanto placer,
quedamos así, abrazados, inmóviles,
para quedarnos dormidos con la luna
como único testigo de nuestra entrega,
quien, con envidia, solo nos contemplan por la ventana.